¿POR QUÉ 10 DE JULIO DE SE CELEBRA EL DÍA DE LA SEGURIDAD VIAL?

En Inglaterra y otros 55 países del mundo todavía se conduce por la mano izquierda y los autos tienen el volante a la derecha.
Probablemente para muchos sea una sorpresa saber que no son pocos los países del mundo en los que se maneja por la izquierda y el volante está del lado derecho en los automóviles.
No se trata sólo de Inglaterra, Japón, Australia o Sudáfrica, sino de 75 territorios en los que aún se mantiene el sentido de circulación original de las primeras organizaciones urbanas, lo que representa aproximadamente el 34% de los países del planeta.
Si es curioso ese dato, más interesante resulta conocer el motivo por el que mucho antes que existan los automóviles, el sentido de circulación de las vías era ese y no el que tenemos en la mayoría de los países del mundo en la actualidad.
Hay que remitirse a la Edad Media, cuando sin reglamentación alguna y por mera costumbre los jinetes iban siempre por el lado izquierdo debido a que al ser en su mayoría diestros, dejaban libre la mano derecha para eventuales luchas con sus espadas.
En aquella época, el transporte habitual era el caballo, y la lógica hizo que prácticamente el mundo entero los manejara con la mano izquierda, ya que la derecha debía estar preparada para manejar la lanza o espada.
Además, en las batallas de la época, se atacaba al rival por el lado derecho, por lo que siempre se “circulaba” por la izquierda.
Cuando llegaron los primeros transportes (los carros, predecesores de los coches), se siguió la tradición: conducir por el lado izquierdo de los caminos. Entre otras cosas, para los cocheros era mucho más sencillo, ya que así podían manejar el carro con la izquierda y utilizar la fusta con la mano derecha.
Lo que era un uso que nadie analizaba sino simplemente aceptaba como una práctica natural, quedó ratificado con Bonifacio VIII fue un Papa economicista y emprendedor pues con las arcas de la Iglesia muy precarias, se le ocurrió una idea para la recuperación: en 1300 promulgó el primer Año Santo y todos los peregrinos que visitasen la basílica de San Pedro obtendría una indulgencia plenaria.
Aquella promoción turístico-religiosa para la ciudad de Roma, que los posaderos y comerciantes supieron agradecerle, fue todo un éxito: se calcula que unas 200.000 personas, visitaron la ciudad. Durante la celebración del Año Santo, la gente se agolpaba en las calles cercanas a la plaza de San Pedro impidiendo el paso de los carruajes, lo que ocasionó numerosos accidentes e incidentes.
Para poner orden en medio de aquel caos, el Papa decidió que era necesario regular la seguridad vial para evitar que la multitud de peregrinos que llegaría a Roma no terminara causando una tragedia.
Eran tiempos en los que la capital de imperio ya superaba el millón de habitantes, a los que se sumarían miles más en pocos días.
Así fue como el sumo pontífice ordenó dividir las rutas romanas con una línea blanca en el centro y determinar que los carruajes circularan por la izquierda y los peatones por derecha, con la misma premisa de tomar las riendas con la mano izquierda y dejar libre la mano derecha, con la cual, entre otras cosas, se accionaba el freno de las ruedas que constaba de una palanca que accionaba directamente como una traba en la rueda delantera derecha. Esa fue la primera regulación del tránsito formal, que por la propia influencia de Roma, terminó adoptándose en gran cantidad de países de Europa.
¿Y por qué, cuándo, se empieza a cambiar el mundo?
-Dicen algunos historiadores que la cosa fue cuando Napoleón Bonaparte convirtió en amo y señor de buena parte de Europa. Este señor era zurdo y entonces manejaba su caballo con la mano derecha, reservando la izquierda para su temible espada. ¡Esta cuestión hizo que sus avances de caballería y carruajes se lanzaran a los senderos por el lado derecho!
-También se argumenta que cuando los coches de caballos se cruzaban en caminos y calles, cada cual por su propia izquierda, solían producirse involuntarios cruces de latigazos entre los cocheros, lo que hacía recomendable cambiar de lado.
En Estados Unidos, mientras tanto, por ser colonia británica, se seguía conduciendo como en Gran Bretaña. Algo similar ocurría con los otros territorios de dominio inglés, así como también con Japón, donde habían sido ingenieros ingleses los que construyeron las obras de infraestructura vial, haciéndolo del mismo modo que en su país.
Los carruajes norteamericanos empezaron a circular por la derecha porque su jinete estaba sobre el último del lado derecho.
Sin embargo, en Norteamérica se utilizaban carruajes más grandes, con más de una hilera de caballos para tirarlos, y se acostumbraba que el conductor se sentara en el último del lazo izquierdo para poder usar el azote con su mano derecha.
Por esa razón, comenzó a circularse por la mano derecha, ya que al estar sobre su izquierda, “el cochero” podría ver perfectamente si las ruedas de su carruaje chocarían contra las de quién viniera en sentido contrario.
También está le teoría de la separación total con Inglaterra a partir de la Declaración de Independencia de Estados Unidos de 1776, que como forma de cortar todo vínculo con los británicos, decidieron también rechazar su manera de circular, algo que, además, fue visto con buenos ojos por la enorme cantidad de habitantes que provenían de otros países europeos, donde se circulaba por la derecha y no por la izquierda. La norma de conservar el carril derecho se firmó en el año 1792 y se convirtió en ley en el año 1804.Sin embargo, los automóviles se seguían fabricando con el volante a la derecha aunque circularan por la derecha también, lo que generaba desajustes e incomodidades.
Uno de los pocos autos que adoptaron el volante a la izquierda en esos años fue el famoso Ford T, lo que lo convirtió también en un precursor de la industria automotriz en ese aspecto. Pero la mayoría seguía con la configuración original que quedaba incómoda, aunque nadie la modificaba.
Luego de la Segunda Guerra Mundial y con la ratificación de la Convención sobre la Circulación Vial de Ginebra, es que se decidió cambiar la posición del volante.
El hecho de tener palanca de cambios que en los carruajes no existía, hacía que fuera más práctico colocar el conductor del lado izquierdo para que los cambios se hicieran con la mano derecha, pero si se mantenían los autos circulando por la izquierda, los pasajeros subirían y bajarían del lado que podían recibir tránsito de frente.
En la Argentina el primer antecedente de ordenamiento del tránsito callejero se remonta a una ordenanza municipal de la ciudad de Buenos Aires, del 4 de abril de 1972, según la cual “los carruajes deberán siempre marchar por la derecha de la calle”.
Sin embargo esta normativa se modificó el 16 de julio de 1897, volcando el tránsito a la mano izquierda. ¿Qué había ocurrido en el interin? Pues desde 1857 estaban circulando trenes por los distintos recorridos donde avanzaban los rieles, y a partir de 1863 las calles de Buenos Aires fueron transitadas por tranvías (primero tirados por caballos y desde 1897 con motores eléctricos), administrados (tanto trenes como tranvías) por empresas británicas o de capitales argentinos con material rodante inglés, que se instalaron con circulación por el lado izquierdo.
Por homologación con estos sistemas mecánicos de transporte, que se manejaban por la mano izquierda, el país entero adoptó ese sentido de circulación en toda su red de calles, caminos y rutas, desde 1897. Casi todos los países de Sudamérica tuvieron esa misma modalidad.
En nuestro país, en 1944, cuando el desarrollo de la guerra consolidaba el poderío comercial norteamericano, el Automóvil Club Argentino lanzó una campaña pro cambio de mano de circulación.
Fue el 10 de junio de 1945 que dejamos de conducir “a la inglesa”, poniéndose en práctica la obligación de conducir por la mano derecha, por cuanto la Argentina era uno de los pocos países que mantenía la circulación por la mano izquierda.
Con respeto y responsabilidad entró en vigencia la disposición oficial, con la recomendación de que en los primeros tiempos se manejara a menor velocidad, con el inicio de una campaña de difusión, con la colocación de calcomanías que debían pegarse en el parabrisas, con flechas que indicaban por dónde se debía sobrepasar obligatoriamente -o sea por la izquierda- para evitar situaciones de incertidumbre -por ejemplo en una bocacalle-, con frases escritas con pinturas de colores fuertes en carteles que expresaban: “Piense que si usted es una persona serena el otro conductor puede ser un novicio de temperamento nervioso y perder el control en momentos de peligro”. Otro de los consejos era: “Si se encuentra de frente con otro coche que no tiene en cuenta el cambio de mano, usted debe detener su vehículo y hacer al otro conductor las indicaciones necesarias para informarle del cambio”.
También se publicaron llamativos avisos en los diarios de mayor circulación del país y se obtuvo la colaboración de importantes empresas que adhirieron con avisos como los siguientes: “Hoy cambie de mano y siga tomando vermouth Cinzano” o “Tome su derecha tome Geniol”. El mensaje de la pinturería: “Desde el Alba del 10 de junio todo el país cambiará de mano”.
Ese domingo en la Capital Federal, a las 5.55 de la mañana, un ejército de policías hacían sonar sus silbatos e indicaban a los automovilistas que lentamente se pasaran de carril. Fue así que a las 6 horas del domingo 10 de junio de 1945 la Argentina ingresó al primer mundo de la circulación con el final del llamado “manejo a la inglesa”.
Fue en momentos en que se afianzó en América Latina la circulación por la derecha dada la fuerza y la influencia que en ese sentido ejercían los Estados Unidos, que favoreció a que la Argentina se actualizara, excepto en los trenes de Ferrocarriles Argentinos, concesionados por los ingleses, los cuales continuaron circulando por la mano izquierda por algún tiempo más.
Simultáneamente, los gobiernos provinciales y municipales, con la valiosa ayuda de entidades de bien público pusieran en práctica la medida con una primera recomendación a los conductores de vehículos: que regularan la velocidad a no más de 30 km/h para evitar accidentes en los centros urbanos y entre 40 y 50 km/h en zonas rurales.
Aunque el cambio ocasionó algunos imprevistos, paulatinamente los conductores fueron poniendo mayor atención y paciencia. Pasados unos seis meses se logró la comprensión y el respeto a todas las leyes de tránsito vigentes, favoreciendo a una mejor circulación.
Por lo expuesto invito que recordemos el 10 de Junio Día de la Seguridad Vial para reflexionar sobre el respeto a las normas para una mejor convivencia y la necesidad contar con políticas públicas, y mayor conciencia vial para reducir el alto índice de víctimas por siniestros.
Esta fecha sirve como excusa para reforzar conceptos, difundir datos, informar sobre medidas a tener en cuenta y contribuir -cada uno desde nuestro lugar- por tal Razón la Asociación Civil “Creando Conciencia Urbana” lanza la Campaña “Yo me comprometo a fomentar la Educación, Prevención y Seguridad Vial”.
El objetivo de la misma es que nosotros como individuos seamos Agentes de cambio “Cómo aprendiendo, producimos en nosotros y los otros el cambio”. Demostrar como mediante la implementación de la educación y conocimientos viales en los usuarios que interactúan en ese ámbito cotidianamente logran transformarse en un Agente de Cambio tanto en su conducta como para con todo lo que lo rodea siendo así, un instrumento fundamental en la prevención y seguridad vial.
Plantear la posibilidad de cambio desde el lugar que ocupan como participantes de una misma sociedad imponiendo como premisa más importante el respeto por el prójimo y la sana convivencia. De esta manera, se enfatiza en demostrar que los incidentes de transito es un problema que nos aqueja a todos y a cada uno en lo particular y que siempre tenemos la posibilidad de evitarlos.
Es oportuno indicar, que el nombre de grupos centrados en una tarea de algún modo incomoda el paradigma individualista de nuestros días. En tanto la paradoja es que, desde el vamos queda legitimado que esa tarea no será sin el otro. Por tal razón proponemos la reflexión de que cambio viene del Compromiso Ciudadano.